Buenas chic@s,
En la entrada de hoy os voy a hablar sobre la portada que hemos elaborado mi grupo y yo para el proyecto. Eso significa que el curso ha llegado casi a su fin y con ello, los trabajos, ¡por fin!
Ha sido un cuatrimestre duro, que se caracteriza sobre todo por la presencia de seminarios en ciencias y de dos trabajos largos (EF y EP) que requerían esfuerzo, trabajo, dedicación y por supuesto, un buen grupo. Gracias a cada uno de los miembros del grupo (Eva, Ana, Sandra, Elena y yo) hemos podido sacar adelante todos los trabajos. Nos hemos ayudado y apoyado mucho, cada una aportaba ideas brillantes, hacían todo lo posible para sacar el trabajo hacia delante, no se rendían nunca, siempre perfeccionando las ideas... son las mejores personas y desde luego juntas formamos el mejor grupo. Estoy muy orgullosa de cada uno de los trabajos realizados en común, que son para nosotras ya como nuestros hijos. En ellos se pueden ver todo el tiempo que les hemos dedicado, el trabajo y sobre todo el buen rollo que hay entre nosotras, ya que es todo un privilegio. Queda más que claro que sin ellas esto no habría sido posible... ¡GRACIAS EQUIPO!
Pero... ¿de qué os iba a hablar yo en la entrada? Ah sí, de la portada del proyecto. Para realizar la portada y contraportada teníamos que combinar fotografía y dibujo. Estuvimos varios días dándole vueltas, pensando cómo lo podíamos hacer, pero ninguna nos convencía. Lo que sí teníamos claro es que queríamos que apareciera Santiago, nuestro protagonista de la fábula. Por lo que, una mañana en la facultad, nos pusimos a dibujar al protagonista en un folio. Después, le hicimos una foto y con Photoshop le incorporamos una mochila y una vieira. Por último, con la misma aplicación le fuimos dando color. Este fue el resultado:
Pero, así no iba a quedar. Por lo que decidimos añadirle un camino, pero un camino hecho por nosotras. Estuvimos mirando por Internet ideas. Pero nada, ninguna nos convencía. De repente, se nos encendió la bombillita. Sacamos punta a todos los lápices y pinturas que teníamos. ¡Las virutas serían el camino! Cogimos hierba y florecitas de los jardines de la facultad. Realizamos una muestra en una de las mesas de la sala de ordenadores. Pusimos la hierba en un folio y las virutas de los lapiceros para conseguir el efecto de un camino. Pero no nos convencía del todo. Decidimos realizar lo mismo, pero fuera de la sala de ordenadores (después de recogerlo todo). Recogimos más hierba, florecitas y ramas y fuimos montando nuestro caminito en un banco que hay en los jardines de la facultad. Una vez hecho, compramos una cartulina azul para simular el cielo, y una fotografía de la catedral de Santiago de Compostela. Después de tener todo montado y de que la gente nos mirara un poco extrañados, echamos un par de fotos y con la aplicación del Photoshop incorporamos a Santiago. Podréis ver la portada final el día de las exposiciones.
Ya casi ha terminado nuestro camino, solo queda la presentación.
¡Buen camino a todos!
